Elena García Armada, ingeniera industrial y pionera en la robótica española, ha
revolucionado el campo de la rehabilitación pediátrica con la creación del primer
exoesqueleto biónico para niños con atrofia muscular espinal y otras enfermedades
neuromusculares. Esta ingeniera vallisoletana, nacida en 1971, inició su carrera en el ámbito
de la robótica industrial, pero su enfoque cambió drásticamente en 2009, cuando conoció a
Daniela, una niña de nueve años que, tras un accidente de tráfico, quedó tetrapléjica. El reto
de mejorar su movilidad inspiró a García Armada a emplear su experiencia en robótica para
transformar la vida de niños como Daniela, y fue el punto de partida para una de las
innovaciones más impactantes de la ciencia médica reciente.
En 2013, fundó Marsi Bionics, una empresa cuyo objetivo principal es el desarrollo
de exoesqueletos pediátricos. Estos dispositivos ayudan a los niños con enfermedades
neuromusculares a mantenerse de pie y a caminar, algo que anteriormente era impensable.
Los exoesqueletos que desarrollan en Marsi Bionics están equipados con articulaciones
inteligentes que imitan los movimientos del paciente, proporcionando la fuerza y la
estabilidad necesarias para moverse.
La dedicación de García Armada al desarrollo de estos exoesqueletos ha sido
reconocida con numerosos premios nacionales e internacionales. Entre ellos, destaca el
Premio Inventor Europeo 2022, otorgado por la Oficina Europea de Patentes. Este galardón
es uno de los reconocimientos más prestigiosos del mundo de la innovación y ha sido
concedido a muy pocos científicos españoles. Gracias a su trabajo, se estima que más de
120.000 niños y niñas en todo el mundo podrían beneficiarse de estas soluciones tecnológicas.
A lo largo de su carrera, García Armada ha dirigido más de 20 proyectos de
innovación tecnológica en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y su
labor ha sido ampliamente citada en revistas científicas internacionales. Además, ha
registrado ocho patentes, algunas de las cuales han sido licenciadas y extendidas a Estados
Unidos y Europa.
El impacto de su trabajo va más allá de la ingeniería. Además de su labor como
investigadora, García Armada se ha comprometido con la divulgación científica y la
promoción de vocaciones STEM, especialmente entre las mujeres jóvenes. A través de
conferencias y charlas, ha inspirado a futuras generaciones a involucrarse en el campo de la
ciencia y la tecnología, subrayando la importancia de la innovación para mejorar la calidad de
vida de las personas.
En definitiva, Elena García Armada es una figura clave en la robótica médica, cuyo
trabajo no solo ha abierto nuevas posibilidades en la rehabilitación infantil, sino que también
ha mostrado cómo la tecnología puede tener un profundo impacto en la vida de las personas.
Su legado en el desarrollo de exoesqueletos pediátricos sigue transformando el futuro de la
medicina y brindando esperanza a miles de familias en todo el mundo.
Fuente: Universidad Europea
Fuente: theobjective.com
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